Origen de las sevillanas
Las sevillanas son, como otros muchos cantes aflamencados, una forma de lírica popular simplificada para el baile, derivada de las seguidillas castellanas y cuyos antecedentes literarios parece hay que buscar en las antiguas jarchas, mwasahas y zéjeles.
La seguidilla inicial de cuatro versos había llegado en los últimos años del siglo XVI, al decir de Rodríguez Marín, a «tener individualidad literaria propia en los regocijos populares, con una musiquilla tan ligera y alegre y un baile tan retozón, provocativo y afrodisíaco que no había más que pedir». Como bailes y cantes populares, las seguidillas se recogen desde antiguo en la documentación como propias de pícaros y marginados que practicaban estructuras sencillas en la música y cadencias sensuales en la danza, para su mayor solaz y gusto.
Parte del texto extraído del libro «La Sevillana» de Ana María Durand-Viel